Mateo 6, 19-23: Tesoros

Reflexión diaria del Evangelio por el P. Luis Zazano - En podcast av Misioneros Digitales Católicos

1) Acumulen: Siempre el acumular lleva a que con el tiempo esto se convierta en algo vencido o un chiquero. Lo mismo pasa con el corazón, si no aprendes a soltar y a dar vuelta la página de tu vida, puede que todo termine en que seas un rejunte de cosas que más que ayudarte, te llena de roñas el corazón. Hace unos meses decidí borrar unas fotos y mensajes que tenía guardado de una persona que quería muchísimo, pero que me hizo mucho daño. Recuerdo que primero me tomé el trabajo, hace unos año atrás, de guardar esas fotos y mensajes; luego el trabajo de mirarlos de vez en cuando; continuando el tiempo fue el trabajo de tenerlos y hoy ya maduré y aprendí a dejarlos y borrarlos. Hay veces que acumulamos cosas que solo llenan nuestra memoria, no del celular, sino del corazón, y no dejamos lugar a nuevas personas y nuevas cosas que harán bien a nuestro corazón. 2) Polillas y herrumbre: En el transcurso del tiempo van apareciendo cosas, situaciones o personas que terminarán mostrándonos quién es. Pero también con el tiempo hay cosas que se irán perdiendo o personas que irán desapareciendo, incluso personas que quieres mucho, pero hay que respetarlos y, si se quieren ir de tu vida, hay que dejarlos que se vayan, porque posiblemente el retenerlos puede que se convierta en una bomba de tiempo. Soltar es sanar y con el tiempo las mismas cosas dirán. 3) Lámpara: Aprende a mirar lo que te lleva a ser luz. Todos tenemos un potencial y hay lindas cosas que vos podés generar, pero también tenés que conocerte y animarte. La clave aquí es que recuerdes que eres lámpara y no un reflector, porque la lámpara ilumina y sabe hasta dónde puede darse, en cambio, el reflector encandila y quiere mostrar más de lo que puede darse. Vos podés iluminar, pero no te podés convertir en el salvador de todos. Algo bueno está por venir.

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