Historia del control de alquiler en Suecia: peor que bombardear la ciudad
Historias de la economĂa - En podcast av elEconomista - MĂ„ndagar

đžđȘÂżEs bueno imponer un control o tope a la subida de los alquileres? PrĂĄcticamente todo el mundo contestarĂa que sĂ. Parece muy evidente. Topar el precio de un servicio elemental el alquiler es de justicia social, es lo mĂnimo que puede hacer un gobierno, proteger al inquilino del malvado casero. Y si le contamos que un respetado economista asegurĂł la mejor forma de destruir una ciudad, sin tener en cuenta la opciĂłn de bombardearla, es imponer un control de alquileres. Pues sĂ, y es que rara vez existen soluciones tan sencillas a problemas tan complejos como es el del precio de la vivienda y el alquiler.đ El control de alquileres es una de las polĂticas mĂĄs rentables a corto plazo en tĂ©rminos electorales. Muchos inquilinos y pocos propietarios ofrecen un resultado claro: mucho voto que pescar y pocos que perder. Sin embargo, la teorĂa econĂłmica asegura que cualquier control de precios termina afectando de forma negativa a medio y largo plazo a la mayor parte de la sociedad. El resultado suele ser escasez del bien afectado por el control de precios o falta de inversiĂłn en rehabilitaciĂłn, si se trata de la vivienda. Ahora que el control sobre los alquileres se podrĂa implementar en ciertas zonas de algunas regiones de España, conviene recordar la mĂtica frase pronunciada por el economista sueco Assar Lindbeck, que presidiĂł el comitĂ© del premio Nobel durante muchos años, se hizo famoso a nivel mundial por declarar el control de los alquileres es "la mejor manera de destruir una ciudad, aparte de bombardearla". đ¶Carl Assar EugĂ©n Lindbeck naciĂł en la ciudad sueca de UmeĂ„ el 26 de enero de 1930 y falleciĂł en Estocolmo, 28 de agosto de 2020. Este profesor de economĂa sueco en la Universidad de Estocolmo, que ademĂĄs era socialista, viviĂł lo suficiente para ver cĂłmo las polĂticas de control de alquileres 'destrozaban' varias ciudades de su paĂs natal. Aunque ha sido la mĂtica frase de este economista la que ha dado pie a esta historia, merece hacer un repaso general de cĂłmo funciona este sistema de alquileres que ha generado situaciones curiosas para los que lo vemos desde fuera, pero infernales para los que lo viven desde dentro.